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domingo, 20 de octubre de 2013

La Vocación como motor fundamental en la elección de la profesión odontológica como estilo de vida

Al iniciar la etapa de educación Superior e incluso mucho antes, el individuo siente inclinaciones hacia actividades profesionales, artes u oficios que aunados a las habilidades y destrezas que haya desarrollado durante todo su periodo de formación determinará el papel que este desarrollará en la sociedad mediante la elección del área de conocimiento que escoja para desempeñarse laboralmente. 
En tal sentido, es indispensable que para un desarrollo académico y laboral que sirva como punto de partida en el crecimiento personal y social del individuo debe existir la vocación de servir de esa forma específica al colectivo, lo que garantizará el éxito de sus actividades dentro del área de conocimiento escogida. 

Sin embargo, distintos factores sociales intervienen en esta decisión, tales como: condiciones económicas, convencionalismos sociales, estratos sociales, influencias familiares, presión social, entre otros; lo que muchas veces lleva al individuo a desempeñarse en actividades que no lo motivan a desarrollarse personal y profesionalmente, sino motivado por el cumplimiento de necesidades económicas y sociales, entre otras, que no satisfacen su individualidad y que pueden tener incidencias en su equilibrio psicoemocional.

Al respecto, Rulla (1984) expresa "El término vocación, en sentido más amplio, puede significar la inclinación hacia una profesión determinada, un conjunto de aptitudes o cualidades que llevan hacia opciones concretas, o también el papel, la tarea y la misión que una persona se siente llamada a desempeñar en beneficio de los demás". En este sentido la vocación implica una doble proyección, a saber: personal y social. En la primera, de estás, el individuo producto de sus destrezas naturales, experiencias, curiosidades y descubrimientos a lo largo de su vida comprende, sintiéndose identificado con un " estilo de vida" particular, que lo hacen sentirse satisfecho y a gusto consigo mismo; ahora bien, el tipo de actividades, la duración, y la extensión de estás áreas va a depender del propio individuo,y de lo que este se crea capaz de hacer, en lo cual se otros factores que poseen una gran influencia tales como: autoestima, motivación, creatividad, dedicación, capacidad cognoscitiva, proactividad,  entre otros. Así, una persona con una amplia curiosidad por el saber desarrolla múltiples tipos de conocimientos y actividades; por citar sólo algunos ejemplos: Aristóteles, Sócrates, Leonardo Da vinci, quienes dominaron a la perfección varias áreas de conocimiento y habilidades afines y no afines, pero el hecho de que no se basaron en un único campo no implicó en ningún caso que no tuvieran la vocación necesaria para desarrollar cada una de sus actividades.

Por otro lado, en el ámbito social, es claro que el individuo esta llamado a retribuir a la sociedad lo que esta le ha brindado a través de sus distintos grupos sociales (familia, amigos, escuela, entre otros) y los beneficios que este ha obtenido a lo largo de los años (seguridad, salud, trabajo, etc.), en tal sentido el ser humano deberá adoptar un rol social productivo que sea provechoso para la comunidad en la que ha decidido vivir, así cada carrera profesional, oficio, o arte nace en virtud de las necesidades del colectivo; dejando entonces al individuo que se prepara para ingresar a la sociedad como un ser productivo, una gama de áreas de conocimiento en las que pueda especializarse para brindar bienes o servicios a su comunidad; pero para ello debe gozar de un conjunto de habilidades o destrezas que le garanticen su adaptación efectiva al entorno con beneficios tanto para la sociedad como para el individuo; en este sentido, se crean los test vocacionales y los perfiles de carrera como una guía para orientar a los estudiantes en aquel área que les permitirá desarrollar sus mejores potencialidades.
Todo lo expuesto anteriormente, permite distinguir que la vocación constituye un elemento fundamental a la hora de escoger una carrera universitaria, especialmente en el área de ciencias de la salud, donde es fundamental que exista una relación medico- paciente que implique no sólo el conocimiento teórico-práctico de cada ámbito específico, sino el manejo de cualidades humanitarias para ver al paciente, no como un objeto comercial, sino como un ser que presenta patologías que menoscaban su calidad de vida y entender que esta en las manos de los profesionales de la salud servir como instrumento para brindarles atención de calidad y permitirles desarrollarse en un estado de equilibrio en el proceso Salud - enfermedad.
Al efecto, se presenta una recopilación de testimonios de estudiantes de odontología de primer año que expresan su motivación por el estudio de esta carrera y la vocación que a su juicio se debe poseer. Les invito a verlos y reflexionar sobre los factores internos y externos que influyen en cada situación en el siguiente enlace: 


"Escoger una forma de vida es relativamente sencillo; llevar a cabo esa forma de vida es mucho más complicado" (D. Steinberg)

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